El impacto psicológico de radiculopatía lumbar aguda.

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El impacto psicológico de radiculopatía lumbar aguda.

Psicología Clínica, Manatí Medical Center, Manatí, Puerto Rico

Dirección de correspondencia del autor: María de los Ángeles de Jesús, PhD Departamento de Medicina de Familia, Manatí Medical Center, Urb. Atenas Manatí, PR 00674, Tel.:787-854-3700

Declaración financiera: El autor no ha sido financiado, becado o subvencionado por ninguna entidad pública o privada. El autor no tiene algún conflicto de interés.

Resumen: 

El objetivo de este artículo es presentar aspectos importantes a considerar del impacto psicológico en el paciente con un diagnóstico de radiculopatía lumbar aguda.  Se propone presentar además, métodos y técnicas psicológicas que en la literatura se identifican como efectivas para apoyar a los pacientes en su manejo del dolor y su estado mental. 

Introducción: 

La integración de la psicología médica y el modelo biopsicosocial en los pacientes de radiculopatía lumbar aguda, nos permite una mayor amplitud en el entendimiento del impacto psicológico de esta condición.

La radiculopatía lumbar es una enfermedad que sucede cuando un nervio de la espina lumbar  se comprime o se irrita. Los nervios controlan las sensaciones y movimientos del cuerpo. Por lo tanto, al haber un compromiso de la raíz nerviosa, la radiculopatía se caracteriza por la presencia de dolor irradiado a las extremidades inferiores. Suele iniciarse de forma aguda cuando el dolor es de menos de seis semanas de evolución. El síntoma primario es el dolor que se irradia de la parte baja de la espalda a los glúteos,  la ingle y distribución en una o ambas piernas. Otros signos y síntomas son hormigueo, el adormecimiento en las piernas o pies, debilidad muscular y espasmos entre los más notorios. El paciente incluso puede mostrar una marcada limitación de movimiento.

Modelo de Integración de la Psicología Médica y el  Modelo Bio-psicosocial

La psicología médica estudia las interacciones recíprocas entre procesos mentales y la salud fisiológica.  Investiga todos aquellos aspectos psicológicos presentes al enfermar, al recuperarse y en la adaptación del individuo a la enfermedad. Además, considera que la salud y la enfermedad son atributos de la persona en su totalidad y que así deben ser considerados por todo profesional de la salud.1 

El modelo biopsicosocial (Engel, 1980) nos permite entender qué factores biológicos, psicológicos y sociales intervienen no sólo en la enfermedad, sino también en su recuperación, y en la promoción de la salud. Además, provee el marco conceptual para explicar la influencia de la enfermedad en el individuo, la familia y la comunidad. El mismo ayuda a  considerar los factores psicosociales como aquellas condiciones psíquicas o sociales del paciente que, sin necesidad de constituir un cuadro clínico identificable, constituyen situaciones que afectan la salud o configuran situaciones de riesgo. Esto le presenta al equipo interdisciplinario la necesidad de mantener una actitud de vigilancia o algún tipo de intervención sobre el paciente o su entorno. 2 3 El grupo de trabajo también requiere del entendimiento de que el impacto psicológico es la repercusión, influencia, reacciones emocionales y comportamientos de la persona ante cualquier  enfermedad.

 A través de los años en la práctica clínica, se hace evidente la estrecha relación entre los aspectos afectivos y cognitivos del  fenómeno de enfermar. Así, los signos y síntomas  del miedo, la ansiedad y la depresión del enfermo se relacionan con sus ideas y creencias acerca de la condición médica.  No obstante, en el impacto psicológico de la radiculopatía lumbar aguda intervienen  múltiples  factores que determinan   el modo de reaccionar del paciente. Sin embargo, el impacto mayor por haber un compromiso de la raíz nerviosa, es la presencia de dolor irradiado a las extremidades. Iniciemos por considerar el dolor por ser el síntoma primario  de la condición.

Dolor

La Asociación Internacional para el estudio del dolor, define dolor como: una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular real o potencial. El dolor es un fenómeno multidimensional influenciado por múltiples factores tales como el afecto, experiencias previas y creencias culturales; además de la contribución sensorial. El dolor es una sensación instintiva necesaria para la supervivencia, el dolor agudo en particular, cumple una función adaptativa y protectora, ante un estímulo potencialmente nocivo.4El dolor siempre va a ser físico y emocional; por esta razón los métodos cognitivos, cognitivos-conductuales y técnicas de tratamiento del dolor se dirigen a ayudar al paciente, no solamente a limitar el nivel de dolor que experimente, sino también a apoyar su funcionalidad, optimismo, autoestima, su sentido de control y su autoeficacia. 5

 

Actitudes y creencias

Distrés psicogico

Las actitudes y creencias de la persona ante la aparición de la enfermedad y el diagnóstico pueden representar una crisis. Por tal motivo, la relación entre el médico y el paciente en cuanto al origen de la consulta, la incertidumbre diagnóstica, las diferentes opiniones médicas, la toma de decisiones difíciles y la educación al paciente son consideraciones fundamentales ante el impacto psicológico sobre el paciente. Utilizando el historial clínico del paciente e incluyendo los aspectos psicosociales es que se facilita la investigación del estado emocional de este, sus ideas y creencias sobre la enfermedad, el diagnóstico y el tratamiento.

Distrés psicológico

En cuanto al distrés psicológico, hay que considerar múltiples factores, entre ellos  la edad  del paciente, la educación, la personalidad, trastornos mentales específicos, la familia y su red de apoyo. La personalidad del paciente influirá en los mecanismos de defensa que utilizará, tales como: regresión, negación e intelectualización, entre otros. Si existen trastornos de la personalidad, estos interfieren con las reacciones del paciente ante la condición. Se ha demostrado que aproximadamente un 10 % de los enfermos de servicios médicos y quirúrgicos tienen algún tipo de trastorno de la personalidad.

Entre los cambios psicológicos que pueden ocurrir ante el diagnóstico de la radiculopatía lumbar aguda están la disminución de la autoestima, los sentimientos de impotencia, el miedo a lo desconocido, la angustia por las probables consecuencias y la frustración. El paciente también puede sentir pérdida de autonomía, la alteración de los roles familiares, los problemas laborales y el aislamiento.  Entre las reacciones emocionales, algunas de las que se pueden observar son: disminución de energía, angustia, ansiedad, depresión, temor a la invalidez y la significación del diagnóstico.

La angustia que origina la condición depende del manejo del dolor, así como de las peculiaridades de la  personalidad del individuo. La ansiedad como la respuesta fisiológica a la emoción del miedo se puede manifestar en inquietud, insomnio, hiperactividad e irritabilidad. En algunos pacientes, estos síntomas son tan intensos como para manifestar ataques de pánico. La depresión surge ante la vivencia de pérdida, por la percepción de pérdida de la salud. Los signos y síntomas de depresión del paciente con radiculopatía lumbar aguda son los mismos que los que se presentan en una depresión clínica.

Comportamiento enfermizo

En cuanto a la significación del diagnóstico, cada individuo trata de encontrar un significado a su enfermedad según las experiencias vividas y las sensaciones que experimente. Esto es, según sus marcos de referencia, valores, conceptos religiosos, edad y sexo. Algunos pacientes consideran su enfermedad como una prueba para valorar su resistencia y como una prueba para soportar el sufrimiento.  Otros pacientes la consideran como un castigo a su actitud y comportamiento no muy adecuado para que les permita reflexionar y adoptar una nueva actitud frente a su familia y demás personas.  También, pueden considerar la enfermedad como un hecho natural, ya que cualquier individuo está propenso a padecerla como parte de su convivencia con los riesgos de la naturaleza y su medio ambiente. Para algunas personas, la enfermedad es una necesidad para obtener un beneficio, ya sea como una solución a sus conflictos intrapsíquicos, a sus angustias o a las sensaciones de incapacidad frente a unas responsabilidades. También, puede ser entendida como necesidad de dependencia para obtener el cuidado y la atención de otros que creen merecer.

Social

En relación al comportamiento de enfermedad, el impacto mayor está en las repercusiones socio-económicas. Entre las medidas terapéuticas, se recomienda el reposo; actualmente se conoce que el reposo prolongado no disminuye la sintomatología clínica y además empeora otros aspectos del cuadro clínico, entre ellos el psicológico. El miedo al dolor y a la reincidencia son los mayores obstáculos en el tratamiento de este tipo de pacientes, pues piensan que el dolor será mayor si aumentan la actividad física o reinician la actividad laboral. Sin embargo, se ha demostrado que no existe relación directa entre el aumento de la actividad física y el aumento del dolor. 6

En cuanto al impacto laboral, está demostrado que un reposo prolongado empeora la prognosis de la patología por lo tanto, se debe alentar al paciente para que deambule y realice las actividades propias de la vida cotidiana. 7 Hay que  enfatizar la importancia de  recordar que la incapacidad es una conducta aprendida, por lo cual los pacientes deben seguir trabajando  hasta donde sea posible, dándole recomendaciones sobre manejo de posturas, etc.

Es necesario reconocer que una parte importante en el tratamiento del paciente se basa en la educación.  Se ha demostrado que la falta de información, así como la poca confianza en la recuperación, son algunos de los factores de mal pronóstico en la evolución de las lumbalgias con afección radicular. 8 Es importante dar información clara y que todos los profesionales que evalúen al paciente utilicen el mismo lenguaje. Se debe enfatizar en informar al paciente la etiología, las características de la condición y los factores que favorecen la recuperación. El informar bien, no es sinónimo de dar mucha información. Una información correcta puede influir positiva y poderosamente en aspectos como la satisfacción del paciente, la interpretación y la forma de manejar el dolor y, en términos generales, en el cumplimiento del tratamiento.

El estado psicológico del paciente  es uno de los determinantes más importantes al considerar la sintomatología relacionada con los dolores lumbares. 9 La experiencia en la intervención con pacientes con radiculopatía lumbar aguda nos muestra que las personas que padecen de ansiedad y depresión suelen ser las más propensas a experimentar mayores niveles de dolor. Diversas investigaciones concluyen que el estado emocional no solamente predice el dolor, sino también la incapacidad funcional y el éxito de técnicas médicas y psicológicas en el tratamiento del dolor.

Así, el método cognoscitivo de proveer información anticipatoria sobre un evento que va a ocurrir, el cual puede ser doloroso, ha sido utilizado con frecuencia como una estrategia psicológica para el control del dolor. El objetivo es alterar la evaluación cognoscitiva del individuo del evento como uno menos impactante, de forma que el dolor que se experimenta durante o después del evento se minimiza. La información anticipatoria puede dividirse en dos fases: la primera fase son los aspectos objetivos del evento que va a ocurrir, por ejemplo, información de un procedimiento. La segunda fase es la información sensorial sobre las sensaciones específicas que un individuo, probablemente, experimente del evento.

Ante el impacto psicológico de la radiculopatía lumbar aguda, el método cognitivo conductual utilizado en las intervenciones con los pacientes que ha mostrado mayor efectividad, es el adiestramiento de inoculación al estrés. Este método se refiere a una intervención comprensiva cognitiva conductual de tres fases principales. La primera fase del adiestramiento para control del dolor es la fase educativa. En esta fase, a los pacientes se les provee un marco de referencia conceptual para entender la experiencia del dolor.

La segunda fase se conoce como fase de ensayo. En la misma, los pacientes son expuestos a una variedad de técnicas cognitivas para el manejo del dolor basado en su marco de referencia conceptual. Ejemplos de estas técnicas son: relajación, respiración profunda, auto hipnosis, distracción, meditación de consciencia plena (mindfulness), estrategias de imaginación, entre otras. En esta fase de ensayo, a los pacientes se les permite seleccionar la estrategia de manejo que prefieran utilizar. La tercera fase es la aplicación. En ésta, se les da oportunidad a los pacientes de poner en función las destrezas adquiridas, ya sea en ensayo imaginario, en juego de roles o exponiéndose a un estresor de dolor real, como por ejemplo; el colocarse una compresa de hielo.

Este método cognitivo conductual ha sido utilizado no solamente para el control del dolor, sino también para el manejo de la ansiedad y del coraje. Este acercamiento toma en consideración y capitaliza sobre la naturaleza multidimensional de la persona y las diferencias individuales de la reacción al dolor, proveyendo al individuo de una variedad de destrezas de manejo.  Finalmente, en los pacientes con el diagnóstico de radiculopatía lumbar aguda el rol de la psicología es complementario, auxiliar y extremadamente práctico.

En conclusión, el impacto psicológico de la radiculopatía lumbar aguda intervienen múltiples factores que determinan el modo de reaccionar del paciente. La integración de la psicología médica y el modelo biopsicosocial en los pacientes de esta condición nos permite una mayor amplitud en el entendimiento del impacto psicológico de esta condición.

  • 1. Protocolo - www.psicologiamedica.org.uy/pdfs/protocolo1.pdf
  • 2. Engel G.L., The need for a new model: a challenge for biomedicine. Science,1977,vol 196, no.4286, pages 129-136.
  • 3. Engel G.L., The clinical application of the biopsychosocial model. Am. J. Psychiatry, 1980,  137(5), pages. 535-544.
  • 4. Melzack R, Wall PD. The challenge of pain. New York, Basic Books, 1982.
  • 5. Morley S, Eccleston Ch, Williams A. Systematic review and metaanalysis of randomized controlled trials of cognitive behavior therapy and behavior therapy for chronic pain in adults, excluding headache. Pain 1999; 80(1–2): 1–13.
  • 6. Patel AT, Ogle AA. Diagnosis and management of acute low back pain. American family   Physician 2000;61(6):1779-86.
  • 7. Abenhaim L, Rossignol M, Valat JP, Nordin M, Avouac B, Blotman F, et al. The role of activity  in the therapeutic management of back pain. Spine 2000;25(suppl)(4):1-33.
  • 8. Turner JA. Educational and behavioral interventions for back pain in primary care. Spine 1996;21(24):2851-9.
  • 9. Gorczyca R, Filip R, Walczak E. Psychological Aspects of Pain. Ann Agric Environ Med. 2013;  Special Issue  113–27.